EL PODER DE MI DIÁLOGO INTERIOR

¿Alguna vez te detuviste a escuchar lo que te decís por dentro? 
Esa voz que aparece cuando te equivocás, cuando te mirás al espejo o cuando algo no sale como esperabas… también forma parte de vos. A eso lo llamamos diálogo interior: la manera en que te hablás a vos mismo.

 ¿Qué es el diálogo interior?

El diálogo interior es ese pensamiento constante que te acompaña, incluso cuando no hablás en voz alta. Puede ser una voz que te anima, te apoya y te impulsa… o una voz que te critica, te compara y te hace dudar. A veces ni nos damos cuenta, pero esa voz influye en cómo nos sentimos, cómo actuamos y cuánto confiamos en nosotros mismos.

 Cuando mi diálogo interior se vuelve negativo

Todos tenemos momentos en los que la voz interna se llena de exigencias o juicios.
Frases como:

  • “Nunca hago nada bien.”

  • “No soy suficiente.”

  • “Seguro se ríen de mí.”

Estas palabras, aunque parezcan pequeñas, tienen un gran impacto. Con el tiempo, si las repetimos mucho, empezamos a creerlas. Y eso puede hacernos sentir inseguros, tristes o con poca motivación.

 Aprender a escucharme con amabilidad

No se trata de pensar “todo positivo” todo el tiempo. Se trata de ser consciente de cómo me hablo y aprender a cambiar ese tono interno cuando me lastima.

Podés empezar preguntándote:
👉 ¿Le diría esto mismo a un amigo?
👉 ¿De verdad necesito hablarme así?
👉 ¿Qué palabras me harían sentir acompañado en lugar de juzgado?

Cuando cambiás tu manera de hablarte, también cambiás cómo te sentís con vos mismo.

 Elegir una voz que acompañe, no que lastime

Hablarte con amabilidad no es debilidad. Es una forma de cuidado emocional. Significa reconocer tus errores sin castigarte, aceptar tus emociones sin juzgarlas y motivarte con respeto. Cada pensamiento cuenta. Cada palabra interna deja una huella. Podés elegir construir una voz que te ayude a crecer, confiar y valorarte.

Tu diálogo interior puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. La buena noticia es que podés transformarlo. Escuchate, reconocé esa voz y empezá a hablarte como quien quiere sentirse en paz consigo mismo.

Tratarte con cariño no es ser débil. Es aprender a ser tu propio refugio.”

PSICÓGA VANINA CAPPA