ADOLESCENCIA Y MENTIRAS Comprender para acompañar

La adolescencia es una etapa de grandes transformaciones: físicas, emocionales, cognitivas y sociales. En medio de este torbellino de cambios, los padres pueden enfrentarse a una conducta que suele generar frustración, miedo o enojo: la mentira.

Aunque resulte doloroso, es importante saber que mentir en esta etapa no significa que tu hijo esté perdido o sea un “mal chico”. Más bien, puede ser una señal de que está atravesando un conflicto interno, buscando su identidad o necesitando espacio para expresarse.

 ¿Por qué mienten los adolescentes?

Las razones pueden ser diversas, y muchas veces están relacionadas con necesidades emocionales profundas:

-Miedo al castigo o a decepcionar.

-Deseo de privacidad o independencia.

-Evitar conflictos o discusiones.

-Presión social o necesidad de encajar.

-Probar límites y explorar su autonomía.

Comprender estas motivaciones es el primer paso para abordar el problema con empatía y efectividad.

¿Cómo acompañarlo sin romper el vínculo?

  1. Establecé una comunicación abierta

❌ Evitar hacer juicios, acusaciones o sermones.

✅ Creá un ambiente de confianza, donde tu hijo sepa que puede hablar sin ser condenado. Es importante que estés para escuchar, no solo para hablar.

  1. Explorá el motivo detrás de la mentira

❌ No asumas que ya sabés por qué lo hizo.

✅ Preguntá con curiosidad genuina: “¿Qué sentiste en ese momento?” o “¿Qué pensaste que iba a pasar si me lo decías?”.

Escuchar más que hablar es clave.

   3. Enseñá el valor de la honestidad, no desde el sermón, sino desde el ejemplo

💫 “Un verdadero líder vive el ejemplo y su comportamiento inspira a los demás.”

Mostrale cómo la honestidad fortalece los vínculos y genera confianza. Hablar de tus propios errores o momentos incómodos con honestidad puede ser muy poderoso.

  1. Establecé consecuencias claras y reparadoras

❌ Evitar avergonzarlo, humillarlo o exponerlo frente a otros.

✅ Invitalo a reflexionar sobre el impacto de sus acciones y a buscar formas de reparar el daño (restitución).

El objetivo es que aprenda, no que tema.

Si notás que la mentira se vuelve un patrón persistente o está acompañada de otras señales (aislamiento, agresividad, ansiedad, bajo rendimiento escolar), puede ser momento de consultar a un psicólogo especializado en adolescentes. A veces, detrás de la mentira hay malestar emocional que necesita ser abordado con herramientas específicas.

Tu hijo no miente para dañarte, miente porque está creciendo, explorando y muchas veces sintiéndose inseguro. El objetivo no es erradicar la mentira a toda costa, sino construir una relación basada en la confianza, el respeto y la conexión emocional. Como adultos, tenemos la oportunidad de ser guías, no jueces. Y en el proceso, enseñarle que la verdad, aunque incómoda, es un puente hacia el bienestar emocional y relacional.

 PSICOLOGA VANINA CAPPA