¿Miedo a equivocarme?…Cómo acompañar a nuestros hijos a superar este temor…Equivocarse es parte natural del proceso de aprendizaje, pero para muchos niños, niñas y adolescentes, cometer errores puede convertirse en una fuente de ansiedad, frustración o bloqueo. En el hogar, en la escuela o en actividades cotidianas, el temor a “hacerlo mal” puede limitar su desarrollo emocional, su autoestima y hasta sus ganas de aprender.
Como adultos, es fundamental comprender este miedo y acompañarlos con empatía para que puedan transformar los errores en oportunidades de crecimiento.
¿Por qué los niños temen equivocarse?
El miedo a equivocarse puede surgir por múltiples razones:
- Alta autoexigencia o perfeccionismo.
- Miedo al juicio o la burla.
- Modelos adultos que no toleran bien el error.
- Entornos que premian solo los “buenos resultados”.
Cuando este miedo se instala, los niños pueden evitar nuevos desafíos, no hacer preguntas por vergüenza, o frustrarse con facilidad ante el primer tropiezo.
Estrategias para ayudar a superar el miedo al error
- Validar sus emociones sin juzgar
Si tu hijo dice: “¡No puedo!”, “¡Soy un desastre!”, o “¡Siempre me sale mal!”, no minimices su emoción. Escucha, valida y acompaña:
“Entiendo que te sientas mal por cómo salió, pero eso no significa que no puedas intentarlo otra vez.”
- Cambiar la mirada sobre el error
Ayudemos a resignificar el error como una parte esencial del aprendizaje. Puedes decir frases como:
“¡Mirá cuánto aprendiste hoy gracias a ese intento!”
- Hablar de nuestros propios errores
Cuando compartimos con naturalidad nuestros fallos como adultos, enseñamos que equivocarse no es vergonzoso, sino humano.
“Hoy me equivoqué en algo del trabajo, y aunque fue incómodo, aprendí algo nuevo.”
- Reforzar el proceso, no solo el resultado
En lugar de aplaudir solo el éxito, pongamos en valor el esfuerzo, la persistencia y la actitud.
“¡Qué bueno que seguiste intentando, aunque al principio no salía!”
- Crear un entorno seguro y sin burlas
Un hogar donde los errores no se ridiculizan, y donde se practica la escucha, será siempre un lugar seguro para crecer.
¿Y si el miedo persiste?
Si notás que este temor está afectando su bienestar, autoestima o vínculo con el aprendizaje, puede ser útil consultar con un profesional en psicología infanto-juvenil. La terapia puede ayudar a identificar la raíz del miedo, reforzar habilidades socioemocionales y brindar herramientas tanto al niño como a su familia.
El miedo a equivocarse no es debilidad: es una señal que nos invita a acompañar con más amor, paciencia y comprensión. Educar en la tolerancia al error es educar en confianza, resiliencia y libertad emocional.
PSICÓLOGA VANINA CAPPA